Para conocer un poco mas el pais de origen de nuestros niños y niñas que llegan a pasar el verano en familia.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Españoles por el mundo:Moscú
lunes, 13 de septiembre de 2010
Un malagueño crea una asociación para ayudar a niños de orfanatos de Ucrania y Moldavia
"Orfanatos del Este" es una pequeña ONG, constituida como asociación sin ánimo de lucro, cuyo principal fin es la ayuda al desarrollo material y educativo de los niños que viven en situación de abandono, orfandad o desamparo familiar en orfanatos de países de la Europa del Este.
Desde "Orfanatos del Este" se trabaja para lograr la consecución de los siguientes fines solidarios:
1. Dotar con ayuda material de primera necesidad a todos aquellos orfanatos que dispongan de menos recursos, así como ofrecer ayuda económica a aquellos niños que sufran de alguna dolencia o enfermedad grave, y cuya curación requiera de un coste económico elevado.
2. Financiar y fomentar las activadadess de formación y educación de los niños. Se apoyarán todos aquellos programas formativos que favorezcan el desarrollo de las habilidades sociales y educativas de los menores. Este objetivo será uno de los pilares más importantes de nuestra asociación. Pretendemos que en el futuro, cuando estos niños con la mayoría de edad se vean obligados a abandonar los orfanatos en los que viven, y se encuentren con la triste y dura realidad de la calle, tengan la suficiente capacidad de poder encontrar un trabajo, estudiar una carrera universitaria o formar una familia. Lamentablemente, la experiencia del día a día nos ha demostrado que la gran mayoría de los niños que abandonan los orfanatos acaban siendo marginados sociales, es decir, acaban en el mundo de la delincuencia, la prostitución o la mendicidad. Es por ello que para nuestra ONG es de vital importancia el desarrollo de la habilidades sociales, formativas y educativas de estos niños.
domingo, 12 de septiembre de 2010
Aumenta el número de jabalíes radiactivos en Alemania
Cuando Georg van Bebber cazó un jabalí en el bosque de Ebersberg, cerca de Munich, estaba entusiasmado con su trofeo, pero antes de llevarlo a casa, un contador Geiger reveló un problema: la carne del jabalí era radiactiva a un nivel considerado potencialmente peligroso para consumo. Hubo que quemarla.
La compensación total que el gobierno alemán pagó el año pasado por la carne contaminada descartada alcanzó un récord de 425.000 euros (558.000 dólares), en comparación con sólo 25.000 euros hace 10 años, según el ministerio federal ambiental en Berlín.
"El motivo es que cada vez hay más jabalíes en Alemania y como aumenta el número de animales cazados, por eso aparece más carne contaminada", dijo el vocero Thomas Hagbeck a The Associated Press.
Los jabalíes están entre las especies más vulnerables a sufrir las consecuencias de la catástrofe nuclear de hace 24 años. Al contrario que otros animales silvestres, suelen alimentarse con hongos y trufas que tienden a almacenar radiactividad y después husmean el terreno contaminado con sus hocicos, dicen los expertos.
domingo, 5 de septiembre de 2010
sábado, 4 de septiembre de 2010
Y el final del verano llegó
Dos meses que fueron un camino de rosas, aunque en ocasiones, a veces demasiadas, se tropezaban con las espinas. Hoy hace casi una semana que emprendieron el camino de regreso a sus casas. Llega el final del verano y con él el de las acogidas temporales, tando de los niños rusos como de los saharuis, que también han vuelto a sus ‘hogares’.
La partida, desigual: la llegada al aeropuerto para ayudarles a embarcar rumbo a Rusia fue muy emotiva para unos, un motivo de alegría para otros. Llegaron un 28 de junio procedentes de Chernobil y entraron en nuestros hogares, los que venían por primera vez con lloros, temerosos y sin saber ni una sola palabra de español. Y hoy que ya se han ido puedo decir que aparte de llegar a nuestro hogar, han llegado a nuestros corazones.
Los principios fueron duros, para qué negarlo. Como en todas partes. Costumbres distintas, hogares diferentes, lejos de sus familias y amigos, con normas que en muchos casos sin la ayuda de la intérprete ni siquiera entienden. Y, por supuesto, no todas las familias de acogida han pasado estos dos meses de la misma manera: algunos casi ni se han enterado de que tenían un niño más en su casa, a otros les ha costado más pasar el verano.
Mirándolo con perspectiva, hoy nos hemos dado cuenta de que su aprendizaje ha sido sobresaliente: después de tan sólo dos meses aquí ya puede mantener una conversación telefónica en español. Yo al menos nunca lo diría. Hoy se me llena los ojos de lágrimas al pensar que está en su casa con 3,5 kilos más y un centímetro extra. Y que no ha sido por otra cosa más que por el cariño que le hemos demostrado, aunque al principio los abrazos no siempre fueran bien recibidos.
Después de una semana, me quedo con las frases de sus ‘hermanas’ de acogida, de tan sólo 9 y 6 años: “Mamá, Darina me ha cambiado la vida” y “Cuando me levanté esta mañana pensé que aún estaba en cama”. No sólo ellos se llevan un bagaje extra en la vuelta a casa.