El presidente ruso, Dmitri Medvédev, dice sentir un "gran temor a una nueva oleada de la crisis" y afirma que sigue con "la respiración contenida" los acontecimientos en la Unión Europea.
Los líderes de Francia, Alemania y Rusia han decidido reunirse más a menudo para coordinar su posición sobre las reformas del sistema financiero mundial, según ha anunciado hoy Nicolás Sarkozy. "Nuestra estrategia es la misma", ha dicho el presidente francés en una rueda de prensa conjunta con su colega ruso, Dmitri Medvédev, en San Petersburgo tras la firma de ocho acuerdos bilaterales. Entre ellos, figura un memorando para la participación de la compañía francesa EDF en el gasoducto del Sur, que unirá a Rusia con el Sur de Europa por el mar Negro."Los últimos acontecimientos en Europa demuestra que no basta el diálogo sino que hay que consensuar posiciones", ha dicho Medvédev, quien ha definido la suya propia como "proeuroepa". Antes, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en el que Sarkozy era el invitado de honor, Medvédev ha asegurado tener "gran temor a una nueva oleada de la crisis" económica internacional. Ha afirmado también que sigue con "la respiración contenida" los acontecimientos en la Unión Europea, incluida "la discusión sobre si es más importante la estabilidad o la solidaridad".
"Con tensión seguimos las discusiones en la UE, cada día tomamos el pulso de nuestras propias economías, vemos cómo se sienten las divisas y estamos muy preocupados por la salud del euro", ha asegurado Medvédev. "Deseamos un pronto restablecimiento al euro, porque el euro es también nuestra divisa, es la que utilizamos por ser una divisa de reserva", ha agregado. La UE es el principal socio económico de Rusia, país que tiene un 41% de sus reservas en divisas en euros y un 47% en dólares.
Sarkozy ha propuesto que Rusia y Francia lideren el debate sobre un nuevo sistema monetario internacional en las cumbres del G8 y el G-20 que se reunirán la semana próxima en Toronto (Canadá). Moscú aboga por ampliar el número de divisas de reserva con la idea de llegar a incluir también el rublo. Medvédev entiende que eso solo será posible cuando el rublo sea "atractivo" y se haya organizado un sistema de instrumentos financieros en esa moneda. "Hacemos planes para el futuro y hablamos de crear todo un conjunto de nuevas divisas de reserva, ya que incluso la existencia de dos divisas importantes no protege al mundo de los problemas", ha explicado Medvédev.
Preocupación por España y Grecia
La preocupación por el euro y la estabilidad financiera fueron temas tratados en el foro de San Petersburgo, que este año estaba centrado en la modernización tecnológica de Rusia. La inquietud por el futuro de España emergió ayer cuando el ex ministro de Desarrollo Económico de Rusia, Herman Gref, hoy presidente del Sberbank (Banco de Ahorro, controlado por el Estado), preguntó directamente al vicepresidente del Fondo Monetario Internacional, John Lipsky, si España se había dirigido al FMI para pedir ayuda. Lipsky negó que existieran negociaciones con Madrid. "Hemos expresado nuestro firme apoyo a la política de reforma del gobierno de Zapatero y esperamos que se ponga en práctica con éxito. No hay negociaciones en marcha, solo consultas. Queremos dejar claro que no estamos negociando ningún programa con el gobierno español", dijo. Señaló además que la entrevista celebrada ayer en Madrid entre el director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y el jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, había tenido por objeto examinar las conclusiones de las consultas regulares de trabajo.
El FMI tiene suficientes medios para "cumplir sus obligaciones", dijo Lipsky en respuesta a otra pregunta de Gref sobre la participación de 250.000 millones de euros de la institución financiera internacional en el fondo de 750.000 millones constituido por la UE para ayudar a los países miembros. "A medio plazo tenemos suficientes medios financieros y a largo plazo no creo que nuestros socios permitan al FMI no cumplir con sus obligaciones". Con un comentario irónico, Gref dio a entender que el dinero del FMI procede también de los contribuyentes rusos. Refiriéndose al programa anticrisis de Grecia, Lipsky manifestó que este "es muy ambicioso y está encarrilado".
Por otra parte, el presidente francés ha abogado a favor de una nueva organización que una a Europa y a Rusia en un "gigantesco espacio económico común" de libre circulación de personas y mercancías donde la seguridad esté organizada sobre la base de las propuestas realizadas hace dos años por el presidente Medvédev. Criticando el componente especulativo de los precios de los hidrocarburos, Sarkozy ha propuesto también establecer un sistema de regulación transparente para los precios de las materias primas y una organización mínima en la que se conjuguen los intereses de productores y consumidores. En su opinión "hoy se puede ser razonablemente optimista" sobre el futuro.
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